miércoles, 10 de febrero de 2016

Isabel Muñoz, en busca del eslabón perdido


La fotógrafa Isabel Muñoz lleva más de cuatro décadas recorriendo el mundo con su cámara Hasselblad, captando imágenes que reflejan los sentimientos del ser humano en toda su esencia intemporal. Y en ocasiones lo ha hecho en la más primitiva intimidad, retratándolo para que trascienda el tiempo y sea capaz de transmitir las emociones que nos son comunes, independientemente de la latitud, raza, credo o costumbres de los fotografiados.

Como bien se puede comprobar en la última serie de instantáneas que Isabel Muñoz expone actualmente en la Galería Blanca Berlín, hasta el próximo 27 de febrero, ese mismo planteamiento es extrapolable a los primates, en los que ha sabido ver y retratar emociones semejantes a las del ser humano. Las mismas expresiones de enfado o afecto, pues en ellos radica nuestro origen y se puede aplicar igualmente la máxima de una imagen vale más que mil palabras. Después de tantos años y miles de fotografías realizadas a tribus primitivas en Etiopía, a prostitutas en Camboya, o a miembros de las “maras” en El Salvador, entre otros muchos trabajos, en esta exposición, que ha denominado “Álbum de familia”, la artista Isabel Muñoz (Barcelona, 1951), ganadora en dos ocasiones del prestigioso premio World Press Photo, nos muestra en esta nueva compilación desde al gorila Malabo, fotografiado en el Zoo de Madrid, hasta los bonobos de las espesas selvas del Congo, o los “orang-utang” de las junglas meridionales de Borneo. Y es que todos ellos conforman la gran familia de los primates.

Isabel Muñoz, que el pasado año expuso algunas de sus obras en Moscú, Buenos Aires, Santiago de Chile, México D. F. o Montevideo, emplea para ello un antiguo proceso de copiado que, utilizando sales de platino, produce imágenes de muy alto rango tonal. Todas sus fotografías son contactos de gran formato, realizados directamente del negativo. A este artesanal proceso del platino se le llama platinotipia. Más tarde los negativos, que deben tener el mismo tamaño que la fotografía final, se ponen en contacto directo con el papel preparado, para ser expuestas a la luz bajo una gran prensa de contactos. Una vez terminado el proceso, las imágenes son reveladas y lavadas a mano en grandes cubetas. Laborioso y minucioso, este método proporciona a las imágenes una riqueza de tonos y textura imposibles de conseguir por cualquier otro procedimiento. Para los fotógrafos del siglo XIX ese tipo de revelado era considerado el más fiel y noble del arte de la fotografía.


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Horario: Miércoles a viernes de 11:00h a 14:30h y de 16:00h a 21:00h
Sábados de 11:00h a 14:00h y de 17:00h a 20:30h
Fotografía (detalle) del gorila Malabo, Zoo de Madrid © Isabel Muñoz